Reflexiones sobre la inteligencia humana y la inteligencia artificial

El reto de la inteligencia libre y creativa

Jaume Agustí Cullell

Por simplicidad de expresión, presento como afirmaciones aparentemente contundentes lo que en realidad son cuestiones a investigar. Cuando, con el fin de afrontar la complejidad e incertidumbre del mundo actual, hablamos sobre la simplicidad del origen, no el temporal relativo al pensamiento, sino el creativo propio de la inteligencia, entonces las palabras no describen nada, son símbolos que solo pueden intentar estimular la atención, el interés, la investigación, es decir, mover la inteligencia del lector hacia la percepción directa de los hechos tratados y la acción espontánea que se desprende de ello. 

El peligro de degradación de la inteligencia humana 

A inicios de los años 80, cuando empecé a enseñar Inteligencia Artificial, IA, esta vivía un periodo de gran euforia. Tanta, que me alarmó como se vendía un futuro de máquinas inteligentes, entre ellas las  biológicas humanas. Si lo que pronosticaban llegara a cumplirse, la humanidad acabaría esclava de los  que poseyeran las maquinas inteligentes. Detrás de todo  ello había, y aún hay, una ignorancia de la  profundidad y unidad de la inteligencia humana, IH, en su percepción sensitiva y mental de la totalidad,  tan necesaria en un mundo global como el actual. La IH es mucho más que las emociones, experiencias y  conocimientos acumulados, y los correspondientes pensamientos resultantes, forzosamente limitados, diversos, a menudo egocéntricos y en conflicto entre ellos. El gran peligro no era ni son las máquinas, sino la inmadurez y posible degradación de la IH, lo que más adelante llamo inteligencia programada. 

La necesaria mutación de especie cultural 

La percepción de este peligro, me llevó a profundizar una intuición de adolescente, tras quedarme grabada aquella afirmación de Jaume Balmes en su Criterio: la verdad es la realidad. Al ir profundizando en ella, me daba cuenta poco a poco que de la verdad siempre se han querido apoderar personas e instituciones con el fin de influir -incluso someter – a los otros en su nombre. Así intuí que la realidad no podía ser otra cosa que pura libertad, que sólo se realiza y disfruta en la creatividad de la inteligencia, imposible de  poseer ni someter. Sólo la libertad comporta la verdad. Poner esta inteligencia totalmente libre y creativa en el centro de la vida humana, en lugar de conocimientos y pensamientos a menudo dirigidos a dominar, es la mutación del Homo sapiens, el que sabe para dominar, al Homo quaerens, el que cuestiona para investigar y crear, disfrutar y ponerse al servicio de la humanidad y de la vida. Esta es la  propuesta que se puede encontrar en el blog homoquaerens.info. 

La unidad, totalidad y creatividad de la inteligencia 

La inteligencia no es exclusiva de la humanidad, sino la actividad de la misma realidad, su agente creativo. Por lo tanto, la inteligencia de la realidad es una e indivisible, siempre operativa en todo el universo. Las diferentes formas de inteligencia son distinciones de la mente creadas por el habla y el pensamiento. Entre estas formas de inteligencia destaca la HI, en la que me  centraré. La acotación y individuación de la realidad, en particular atribuir la inteligencia a los individuos, es propio del pensamiento, de la psique, que en su búsqueda de seguridad crea un centro de referencia, el individuo con sus necesidades e intereses a satisfacer. Sin este yo nos sentimos perdidos! La propuesta de creación de individuos transhumanos (i.e. cyborgs) es una muestra más del nefasto individualismo imperante. Por lo  tanto, hay que entender la IH no en sí misma, individualizada, sino como hecho colectivo que se va constituyendo a través de intra-acciones con otras formas de existencia dentro de la unidad de la inteligencia cósmica; (defino  intra-acciones como interacciones primordiales constitutivas de cada  existencia, para distinguirlas de interacciones externas entre existencias ya constituidas). Para entender la evolución de la IH y la IA hay que investigar su intra-acción. No tiene mucho sentido hablar de la  IA como herramienta neutral independiente de la IH. Así, con el fin de dirigir la intra-acción IH- IA al bien común y evitar sus peligros, hay que entenderla empezando por la IH que crea la IA. 

Dos niveles de inteligencia 

Propongo distinguir dos niveles de la IH, dos maneras de entender la misma realidad. Por un lado, la inteligencia de las necesidades, IN, la inteligencia de una realidad frente a nosotros, separada, relativa a nuestras necesidades e intereses, sentidos y capacidades. Siempre persiguiendo objetivos, ella crea los modelos de la realidad, muy comprensivos y potentes, en particular los de las TC. Tan poderosos que tendemos a confundirlos con la misma realidad. Sin embargo, no dejan de ser modelos, como el que crea la garrapata con sus dos sentidos que captan el calor y sudor de los mamíferos para parasitarlos. Por otra parte, la inteligencia liberadora, IL, la que nos conecta con la realidad sin mediación, sin separaciones (gozar de una flor sin pensamientos interpuestos, sin sentirse separado de ella, sin un yo y un ella). Es un nivel sutil y profundo, el contacto silencioso con el origen, la fuente de la libertad creativa. En ella la IH encuentra la energía, la paz y el goce incondicional de la vida. Aunque demasiado a menudo inconsciente o medio dormida, está siempre operativa, i.e. nos puede sorprender con un eureka mientras disfrutamos de un baño. Contrariamente a la IN, la IL no tiene nada que alcanzar, pero posibilita no quedar apegados a los modelos creados por la IN. Así, la IL permite también la evolución de la IN – le da la libertad creativa necesaria para ir ampliando y creando nuevos modelos de realidad, abriendo nuevas posibilidades a la vida humana, para bien o para mal. Así se han ido desarrollando ámbitos diversos de la IH – como las bellas artes o las TC.

Un modelo general de realidad 

Así las TC, nos han conducido a cambiar el modelo general de realidad jerárquico dominante en la era preindustrial. Aunque subrepticiamente, todavía pervive en el poder de imposición, pero con formas indirectas y mucho más sutiles que las del pasado. De un modelo basado en entidades autárquicas con sentido propio, relacionadas de forma externa y jerárquica, hemos pasado a un modelo donde nada es autárquico, ni tiene entidad propia independiente. Ahora lo primordial son las intra-acciones, las interacciones que continuamente van constituyendo la autonomía de cada forma de existencia, su autopoiesis. Así, nos conviene entender la IH como agente en este modelo de intra-acciones. Para ello me centraré en cinco poderes de la IH que llamo capacidades creativas constitutivas de la inteligencia, CCC: interés por la realidad, comunicación semiótica, simbiosis subsidiaria, investigación generalizada y liberación.

La mano creativa

Estas CCC las represento con los cinco dedos de la mano creativa. Las enuncio muy brevemente y a continuación hago notar algunos aspectos de su intra-dependencia. Interés por la realidad. El interés es la energía vectorial de la IH. Lo represento con el dedo índice, el dedo de la atención, el que apunta a lo importante que motiva y orienta. El interés hace de la IH una inteligencia primordialmente sensitiva, emotiva y valorativa. Para captar su importancia sólo hay que considerar dos hechos. Primero, cuando el interés en lugar de apuntar hacia la realidad apunta al ego individual o colectivo, pervierte el resto de CCC, generando la sociedad de dominio y explotación. Segundo, cuando durante el Renacimiento europeo, el interés cambió de dirección dejando de apuntar al pasado para repetirlo, a hacerlo hacia el futuro para crearlo, entonces empezó la segunda gran mutación cultural de la humanidad dejando atrás la era agrícola: la mutación del Sapiens al quaerens, tan necesaria si no queremos acabar mal. Comunicación semiótica Su primer exponente es el habla basada en sonidos articulados que transportan significados sobre un referente presente o no. La represento con el dedo corazón, el mediador, el eje de la mano creativa. El habla nos libera del mecanismo estímulo-respuesta básico para la vida animal. Entre estímulo y respuesta interponemos el habla con su riqueza de significados, la más maravillosa de las capacidades de la IH, abriendo sin límites la imaginación humana. Así la IH es principalmente lingüística, como también lo son los modelos que crea, entre ellos la IA, lo que diferencia ambas de la pura inteligencia animal. Todo lo que incide en la comunicación transforma la vida humana. Por lo tanto es urgente investigar a fondo el actual impacto de las tecnologías de la información y comunicación, TIC, sobre la comunicación humana. Simbiosis subsidiaria Es la capacidad de vida en común -incluyendo en ella toda la Tierra – capacidad de cooperar, de servicio mutuo, que represento con el dedo anular, el del anillo. La llamo simbiosis subsidiaria para notar que ya no puede ser jerárquica como en el pasado preindustrial. La creatividad exige que cada organización humana posea el máximo de autonomía que pueda ejercer responsablemente en intra-dependencia con las otras instituciones, empezando por el individuo hasta la ONU. Investigación generalizada. Es la distintiva del Homo Quaerens. La represento con el meñique porque ha sido la última a crecer sistemáticamente a partir del Renacimiento, pero todavía restringida a ciertas especialidades, particularmente las tecnocientíficas. Cuestionar lo conocido para llegar a conocerlo realmente, y abrirse a lo desconocido para crear, es la dinámica propia de la IH. Actualmente, la actitud investigadora no solo es necesaria en ciertas especialidades, sino en todas las actividades y por parte de todos, si no queremos acabar desplazados por máquinas, más potentes que nosotros a la hora de simplemente usar conocimientos, incluidas las lenguas. Capacidad de liberación Es la capacidad central de lo que antes he llamado inteligencia liberadora. Entendiendo que liberar no significa negar sino no estar sometido. La represento con el dedo pulgar que ya los romanos usaban como signo de vida o muerte referido a los gladiadores. Pero actualmente lo es para toda la  humanidad. Es la capacidad de acabar con toda sumisión, interna o externa. Interna o relativa al ego, formado por deseos, expectativas y temores, pero también liberarse del apego a las propias emociones, conocimientos y pensamientos. Y liberarnos de la sumisión externa a los mecanismos de dominación de la actual sociedad de explotación. Intradependencia de las CCC. No podemos entender ni ejercitar bien ninguna CCC sin tener muy presente su intradependencia: el concurso de las otras en cada una de ellas. Veámoslo muy brevemente. Sin el concurso del interés, las otras CCC no tendrían la energía para  actuar. Y sin el buen funcionamiento del resto de CCC, sobre todo de la investigación y la liberación, el interés se reduce a los instintos animales y, movido por deseos, expectativas y temores, no se dirige hacia la realidad sino hacia el ego. Entonces se torna miope y egoísta corrompiendo el resto de CCC: la comunicación no puede ser sincera, la simbiosis pasa a dominación, la investigación se pone al servicio del mejor postor y la liberación nos hace insaciables. La simbiosis se fundamenta en el interés común y la comunicación confiada, y así puede alcanzar niveles de simbiosis como las naciones, inalcanzables para los demás animales. Interés común, comunicación, simbiosis y la liberación del egoísmo individualista hacen posible la investigación y correspondiente creatividad en equipo, que deberíamos valorar por encima de la individual en un mundo tan complejo, incierto y cambiante, donde el individuo deviene cada vez más impotente. Así disminuiría la presión para la productividad de la investigación individual, tan perniciosa a la calidad y creatividad de esta. Hace unos años la investigación sobre la calidad de las publicaciones en revistas de medicina, reveló que el 85% de los resultados publicados no eran del todo fiables. La investigación es necesario que la dirija un  fuerte interés por la realidad, la compasión y el amor en lugar de la pura curiosidad. Esta se pone fácilmente al servicio de la plutocracia y el imperialismo, como muestra la misma historia de las TC. La curiosidad tanto puede curar el cáncer como hacer la bomba atómica, ir a la Luna como dejar en segundo lugar la investigación de la malaria. Para resumir esta intradependencia de las CCC, hay que resaltar la importancia de la liberación, del dedo pulgar de la mano creativa. Este dedo hace pinza con todos los demás dedos, los potencia al máximo. Así el interés puede llegar a su grado más alto, la compasión y el amor incondicionales; la comunicación puede ser sincera y confiada hasta la comunión en el silencio; la simbiosis subsidiaria se convierte en unidad en el amor y servicio; la investigación alcanza el grado más alto de creatividad en equipo y se pone al servicio de toda la humanidad.

Vivir ejercitando la inteligencia libre y creativa

Tres usos de la IH

Los dos niveles de la EH, la IN y la IL antes presentados, los considero ahora desde la perspectiva de las CCC. Según como se ejerzan las CCC, según sea el grado de intensidad y prioridad de unas sobre las otras, tendremos diferentes usos de una única IH. Destaco tres, siendo los dos primeros dos usos de la IN bien diferenciados. el funcional u el valorativo. Y el  tercero es la IL, el nivel profundo de la IH. La inteligencia funcional, IF: cuando el interés toma la forma de curiosidad por el funcionamiento del mundo; la comunicación crea el metalenguaje funcional-matemático basado en medidas, magnitudes y cálculos; la simbiosis es simplemente colaboración; la investigación es fuertemente especializada y metódica; y la liberación se limita a hacer abstracción de cualidades y valores que podrían entorpecer el interés por el funcionamiento de las cosas; entonces tenemos lo que llamo inteligencia funcional, IF, la característica de las TC. La inteligencia axiológica, IAX: ejercemos la IAX cuando el interés es principalmente sensitivo, artístico y valorativo; la comunicación crea los relatos que motivan y orientan; la simbiosis, la cohesión social, el sentido de equipo, se convierten en centrales; la investigación es principalmente sensitiva, artística y valorativa, atenta al autoconocimiento; y la liberación lo es de las creaciones y de los valores establecidos, posibilitando la creación de nuevos valores capaces de dirigir la creatividad tecnocientífica en beneficio de toda la humanidad. La IF y IAX cubren las dos necesidades más claras de la IH, el funcionamiento y la valoración de las cosas, son pues dos usos distintos de la IN. Para ello crean modelos de la realidad: funcionales como las TC y valorativos como los sistemas de valores respectivamente. La inteligencia liberadora, IL, es el nivel profundo de la IH antes mencionado; está centrada en la capacidad de liberación, siempre operativa tanto para bien como para mal, esto último cuando pasa desapercibida o ignorada. La IL tanto puede llevar el interés en la compasión y el amor, como hacer insaciable la codicia cuando el interés es egoísta. La liberación nos permite el ejercicio flexible de las CCC, no quedar sometidos a los modelos establecidos, evitando convertirse en lo que a continuación describo muy brevemente como inteligencias programadas. Pero, sobre todo, la IL nos pone en contacto directo o inmediato con el origen, con la realidad libre y creativa y la unidad, profundidad, totalidad y simplicidad de su inteligencia.

Las inteligencias programadas

La humanidad aún no ha logrado vivir ejerciendo plenamente la IH libre y creativa en armonía entre la IF, la IAX i la IL. Contrariamente, la desarmonia entre estas aún se acentuó más a partir de la mencionada segunda mutación cultural de la humanidad. El crecimiento exponencial acelerado de las TC, con el enorme impacto social de sus productos y servicios, no ha ido acompañado de un crecimiento equivalente de nuevos modelos de la IAX, ni del crecimiento en la práctica de la IL. Las tradiciones religiosas no han sabido ver en el crecimiento de las TC, la necesidad y oportunidad de fomentar el crecimiento de la IL necesario para tener unas TC al servicio de toda la humanidad. Esta incapacidad, ya desde el inicio de la mutación cultural, se debe en parte al conflicto entre una IF que ahora se quería hegemónica y la IAX religiosa que lo había sido durante la era preindustrial. Esta pobreza social en el ejercicio de la IL, tiene como consecuencia inevitable la inmadurez, incluso degradación de la IH: la guerra es la primera industria mundial y la propaganda la segunda. Se trata de la progresiva disminución , ya desde el nacimiento, de las potencialidades de libertad y creatividad de la IH. Así la inteligencia de la mayoría social deviene pensamiento mecánico. en lugar de investigar la percepción directa de la dinámica del s hechos, actividad propia de la inteligencia. Este pensamiento mecánico gira alrededor de la memoria, de las experiencias y conocimientos acumulados, a menudo en conflicto, incluso contradictorios. Un pensamiento principalmente movido por deseos, expectativas y temores. Un pensamiento que en lugar de percibir la realidad actual y su novedad, proyecta el pasado sobre el futuro. Por tanto, se trata de un pensamiento muy manipulable por el poder de dominación. Así la verdadera democracia basada en la libertad y creatividad de la mayoría social se hace imposible. Todo esto no tiene nada nuevo en la historia de la humanidad. Pero ahora esta dominación se hace más realizable, eficiente, sutil y peligrosamente destructiva que nunca. Por ejemplo, dictaduras como China están utilizando el Big data y otras tecnologías de la IA para controlar directamente los ciudadanos. En Occidente también se practican estos métodos de dominación pero de forma más indirecta y sutil. Así no sólo nos hemos contentado con ser inteligencias programadas, es decir apegadas a los modelos de realidad controlados por el poder de dominación, sino que la IA ha creado IP artificiales cada vez más potentes y autónomas. La reacción ante sus anunciados peligros ha sido básicamente centrar la atención en cómo debería ser la IA en lugar de hacerlo sobre la IH que crea la IA: se busca una IA que obedezca una ética específica y hacerla más robusta, fiable y segura. Como si no hubiese suficientes casos de diagnósticos y remedios similares aplicados a problemas mucho más sencillos sin apenas resultados. Por ejemplo, el modelo que hemos creado de transporte no sólo es insostenible sino que cada año causa más muertes que todas las guerras juntas. El problema radica en la inmadurez de la IH, particularmente la intra-acción de la IH con una IA que se quiere cada vez más autónoma.

Breve conclusión

La conclusión es bastante clara: el crecimiento TC solo se podrá conducir a buen puerto mediante una verdadera democracia creativa, una sociedad donde todos puedan realizar su gran posibilidad: gozar plenamente de la IH verdaderamente libre y creativa en toda actividad. Este no sólo es el gran reto de la humanidad, sino una cuestión de vida o muerte.

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